¿Cómo funcionan los limitadores de sonido?

Los limitadores de sonido son unos aparatos encargados de reducir el nivel máximo de un equipo de música de un local. Estos limitadores son capaces de registrar los niveles de ruido del local durante el periodo de funcionamiento mediante el micrófono que llevan incorporado.

La polaridad opuesta y la interferencia destructiva

Los limitadores de sonido no solo ayudan a cumplir con la normativa vigente en cuanto a aislamiento acústico, sino también a preservar la calidad sonora. Se instalan entre la salida del mezclador y las etapas de potencia del equipo de música. Cuentan con uno o dos micrófonos que miden el nivel de presión sonora en el interior del recinto.

A través del micrófono que llevan incorporado, los limitadores graban el sonido y lo analizan mediante un software inteligente. Tras esto, eliminan cualquier ruido molesto o excesivo generando una polaridad opuesta. Al retransmitir esta solución como señal, se produce una interferencia destructiva.

Esta interferencia cancela gran parte del ruido original y mejora los niveles de presión y calidad sonora. De esta forma, se permite el máximo rendimiento del equipo musical respetando la normativa vigente de cada localidad. Es por eso que los limitadores de sonido deben actuar en toda la cadena reproductora del sonido.

Lo más recomendable es elegir un limitador de sonido que realice su trabajo de forma analógica, ya que estos limitadores no causan retardos. Además, no debe producir variaciones en el volumen de la música, ya que el nivel de ruido recogido por el micrófono puede ser totalmente independiente al nivel de emisión musical del equipo.